Navarra, Gipuzkoa y el euskera Siglo XVIII
Jose Mª Jimeno Jurío nos sorprende ahora con esta
monografía que responde, sin duda, a algunos felices hallazgos del buen
escudriñador de archivos que él es, pero sobre todo a que el Siglo de las Luces
se nos muestra, cada vez más, como decisivo para los dos siglos de política
lingüística que han seguido hasta nuestros días. […]
Este libro presenta en sus métodos de trabajo una cuidada
meticulosidad documental y cronológica que da cuerpo y fijeza a cuanto se
afirma. Viene avalado con numerosos estudios propios que lo han precedido, y se
enriquece, además, con las aportaciones de otros trabajos puntuales de diversos
investigadores oportunamente citados. Y, sin embargo, es un libro nuevo, bien
nuevo, basado en el expurgo y análisis pormenorizado de fondos documentales, en
parte conocidos pero insuficientemente explorados, y otros, hasta hoy
desconocidos.
El autor nos dibuja tanto un momento señalado del
Despotismo Ilustrado borbónico como la forma en que se manifestaron, bajo su
acción, los intereses contrapuestos de la sociedad navarro-guipuzcoana en
relación a su propio patrimonio lingüístico.
[…] Desearíamos que la lectura del texto resultara más
apasionante, si cabe: ¿cómo actuó en Euskal Herria y frente al euskera el
Despotismo Ilustrado? Y ¿cuál o cuáles fueron las reacciones dadas en Navarra y
Gipuzkoa, a las propuestas hechas desde el poder? La respuesta a estas
preguntas adquiere aquí rasgos vivos y concretos: las afirmaciones de los
legajos de archivo son cotejadas, pueblo a pueblo, con los actuales
conocimientos sobre la geografía histórica de las lenguas del Reino y la
Diócesis.
El análisis que ofrece esta obra mejora con creces
nuestro conocimiento de la historia institucional de la lengua, y apunta hacia
algunos de los problemas actuales de la normalización del euskera: ¿cómo
conjugar la fidelidad política al patrimonio cultural heredado con el presente
y porvenir de la comunidad lingüística?, ¿cuál es la compresión del trabajo
funcionarial, como servicio también a esa comunidad?, ¿qué podemos o debemos
esperar de las coberturas políticas exteriores, en ocasiones claramente
opresivas?; finalmente, ¿qué decir de las dificultades o la desidia internas
–pasadas y presentes– de la propia comunidad lingüística en la salvaguarda de
su patrimonio?
Sólo desearía que el lector acometiera con redoblado
interés la lectura del presente libro, que muestra una coyuntura ciertamente
importante de la historia de nuestras Instituciones.
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